domingo, abril 23, 2006

UN ESPÍRITU EN MI ARMARIO

(Basado en hechos reales)
A Coruña, domindo 23 de abril de 2006; 7,30 h. A.M.
Estoy profundamente dormida, cuando algo estremece mi sueño. Me despierto sobresaltada, mientras tengo la extraña sensación de que algo se mueve a mi alrededor. Me incorporo en la cama mientras que el armario, situado a los pies de ésta, se mueve estrepitosamente. Mi esposo, despierto también, contempla la escena:
-¿Estamos despiertos?-pregunto mientras él responde:
-Creo que sí.
Angel concentra su atención en la lámpara de la habitación, que permanece inmóvil.
-Yo creo que la gata quedó encerrada en el armario
-Imposible-contesta él- la dejé encerrada en la cocina, ¿se puede saber que demonios guardas en el armario?
-Pues ahí dentro-contesto- está guardada la bendición apostólica de mi abuela...
-¡¡¡Cooooñoooo!!!-exclama Angel asustado (por no decir otra cosa que podría resultar malsonante).
Esa bendición apostólica, es un viejo pergamino heredado que el papa Pablo VI, envió a mi abuela ya desaparecida hace muchos años. Yo lo guardo entre sábanas y toallas, y en ese instante, pensé lo furiosa que debía estar ella conmigo por tenerla guardada ahí en vez de colgarla en el salón de nuestra casa. Yo sabía que tenía mal genio cuando se enfadaba, pero sacudir de ese modo el armario, era demasiado...
-¿Tú crees que los espíritus se manifiestan?-pregunto a mi marido
-Pues mira, después de esto pienso que sí.
-No puede ser-respondí- seguro que la gata está encerrada ahí dentro.
Decidida a demostrarlo, me levanté, abrí la puerta....y Noa no estaba allí. En esos momentos el enfado de mi abuela desapareció y el estremecimiento se desvaneció. Después de llegar a la conclusión de que lo mejor era colgar esa bendición apostólica de la pared, nos quedamos dormidos de nuevo.
Sobre las diez de la mañana nos levantamos, y después de desayunar, nos conectamos a Internet para ver las últimas noticias actualizadas, y una de ellas llamó poderosamente nuestra atención:
TERREMOTO EN EL MAR, A 61 KM. DE LA COSTA DE A CORUÑA
Después de leerla detenidamente, y enterarnos que había tenido lugar a esas horas, un terremoto de intensidad IV,según la escala EMS.,y cuyo epicentro estaba situado a tan sólo 61 km. de nuestras costas, decidimos que la bendición apostólica de la abuela, seguiría guardada (por el momento) en nuestro armario.