lunes, abril 03, 2006

S.O.S. UN DÍA SIN PAPEL HIGIÉNICO

Ayer domingo, un grave acontecimiento marcó mi vida: en mi casa, en un municipio gallego, nos hemos quedado sin papel higiénico. Yo misma lo descubrí al levantarme por la mañana, y aunque en un principio no me dejé dominar por el pánico, a medida que pensaba en la forma de conseguirlo, mi angustia iba en aumento. Era domingo, y en el pueblo sólo abren los despachos de pan y la gasolinera, y en esta última, deposité mi esperanza, seguro que en el autoservicio que abre todos los días del año, encontraría tan preciado bien.
Después de comprar el pan, me dirijí con paso firme a la gasolinera que se encuentra a 2 km. de distancia. Al llegar comprobé horrorizada que !habían agotado el papel higiénico!, !nopodía ser que la mala suerte se cebase en mi de tal modo!. Después de escuchar el tímido "lo siento" de la dependienta, desolada tomé el camino de regreso a casa. En esos 2 km. de distancia, preparé las palabras con las que informar a mi familia sobre tan triste situación, y además me sobró tiempo para culparme por mi torpeza, porque ¿cómo fuí capaz de olvidarme de incluir el papel en la compra semanal? . No fui una buena previsora y ahora mi esposo y mis hijos pagarían mi error.
Al llegar a casa, varios pares de ojos se clavaron en mi esperando una respuesta: "Lo siento -les dije- siempre nos queda el papel de periódico". De pronto aquellas miradas ansiosas se volvieron desafiantes y yo no pude hacer otra cosa mas que sentirme culpable.
A medida que trancurría el día, la tensión iba en aumento, y cada vez que alguien usaba el inodoro se oía como lanzaba improperios y palabras malsonantes. Durante la comida familiar, los traseron inquietos se revolvían en sus asientos y yo, avergonzada, no dejaba de preguntarme cómo pude olvidarme de comprar papel higiénico . En medio de tanta tensión, los minutos del día parecían horas, y las horas años... yo sólo deseaba que llegase la noche, y con ella el sueño, y con el sueño el lunes, y con el lunes !un supermercado abierto!. Al final nos fuimos apañando con el papel de periódico y yo pensaba en como podrían sobrevivir en aquellos lugares donde no pudiesen conseguir esa maravilla del progreso. Y llegó la noche, y un sueño inquieto y lleno de pesadillas se apoderó de mi. En mis pesadillas veía que periódicos gigantes me querían engullir, periódicos con enormes titulares que decían: "EN EL TERCER MUNDO MILES DE NIÑOS MUEREN CADA DÍA POR FALTA DE VACUNAS", "EL HAMBRE Y LA ESCASEZ DE AGUA, MATA A UNA GRAN PARTE DE LA POBLACIÓN MUNDIAL" ,"MILES DE FAMILIAS QUEDAN SIN HOGAR A CAUSA DE LAS GUERRAS Y LAS CATÁSTROFES NATURALES" etc. Todos los titulares eran igual de aterradores y hacían alusión a la miseria que reina en muchos lugares del mundo. Me desperté angustiada y no pude evitar sentir una enorme tristeza: Nosotros casi no podemos sobrevivir sin papel higiénico.