miércoles, junio 28, 2006

TAN SÓLO...


Érase una vez una niña que jugaba a ser poeta,
jugaba con las palabras
en lugar de hacerlo con muñecas.
Se fue haciendo mayor y un día se dio cuenta
del daño que hacen algunas palabras,
y entonces sencillamente, dejó de amarlas.
Un día llegó el amor y con él nuevas palabras,
pero ahora no jugaba con ellas
sino que las susurraba...
Y el amor dio sus frutos
y los susurros se convirtieron, en una canción de cuna.
La vida fue pasando y hoy es una mujer adulta
que aún siente pasión por las palabras,
pero ahora ya no sólo las piensa, las susurra y las canta,
ahora también las grita
unas veces para clamar justicia al cielo,
otras para dar gracias por la vida.
Palabras, tan sólo palabras,
algunos dicen que se las lleva el viento
y yo susurro canto y grito:
sopla viento, sopla fuerte, y llévate mis palabras,
¡quién sabe!, quizá un día encuentres
a alguien que quiera escucharlas.